Negociaciones, voluntad política o literatura fantástica

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Ya que hablaré de eventos recientes, esta columna tiene una fuerte carga de sospechosismo. Esto es, se construye a partir de la ciencia ficción y la literatura fantástica. Lo único cierto es que aparecieron las noticias y fueron muy comentadas en su momento.

Percibo una reducción de notas sobre el asunto de Baja California, sigue siendo una aberración jurídica, pero ha dejado de ser debate en los medios. Sospecho que ya se lograron acuerdos entre quienes toman decisiones y algo se resolverá, espero sea en respeto a la legalidad.

Otro tema que ya se acalló es la donación de un porcentaje de los recursos de los partidos políticos.

¿Qué sucedió para que se aplazara este debate? Alguien tuvo que haber cedido y alguien más, que haber ganado para que este debate se retirara de las primeras planas.

El tema del momento en los medios es la sanción que tiene que imponer el Congreso de Nuevo León al gobernador por haber utilizado recursos públicos para la obtención de firmas. Samuel García ha sido el promotor de esta demanda, Víctor Fuentes, también senador, se ha pronunciado a favor de una sanción ejemplar. Una diputada y un diputado de la Coalición Juntos Haremos Historia quieren pasar a las filas de Movimiento Ciudadano. Samuel y Clara Luz aspiran a la gubernatura de Nuevo León, Víctor Fuentes no rechaza buscar una candidatura por su partido, y Mauro Guerra, dicen, ha incomodado al panismo por mostrarse cercano al senador García.

El gobierno de Nuevo León necesita más recursos y el gobernador, junto con su equipo, tuvo que sentarse a la mesa con los legisladores federales. Este no es un asunto que prefigure candidaturas para el 2021, es un tema para el corto plazo en favor del bienestar de la población, pero pondrá elementos en la mesa de la percepción ciudadana tan deseada en las próximas elecciones. Si el Congreso impone la sanción máxima, en la literatura política se dice que Samuel gana adeptos, por el eso el líder de Morena, Ramiro González, tiene sus reservas.

Hay que conocer la política local para medio comprender esta madeja de intereses públicos y privados. Empezando por saber cuál es el rol que cada persona mencionada juega en la dinámica de su partido y del sistema político local. Y sí, cualquier lectura es sospechosista y se construye en parte por la ciencia ficción y en parte por la literatura fantástica, porque nunca nadie va conocer toda la historia cierta.

A final de cuentas, la decisión definitiva no será ni tan buena para unos, ni tan mala para los otros. Esta es una característica de la democracia, para que se considere virtud se necesita la voluntad política de quienes están implicados, no sólo los que aparecen en las noticias, sino sus representados, esto es, poderes fácticos dentro de los partidos políticos y la ciudadanía –o militancia– que, vía el voto, les dio ese lugar de autoridad.

Hay que esperar el desenlace de la sanción al gobernador, pero también del presupuesto para Nuevo León y la forma en que este se va a distribuir y blindar a malos manejos. Hay que darle seguimiento al caso Baja California, a la Ley Garrote, a la donación de las prerrogativas partidistas. Hay que medirle la talla a la voluntad política que cada protagonista pone en las negociaciones que dan lugar a la nota periodística o que la acalla.

La autora es Consejera Electoral en el estado de Nuevo León y promotora del cambio cultural a través de la Educación Cívica y la Participación Ciudadana.

Opine usted: saralozanoala@gmail.com

Twitter: @saraloal

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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