¿Se terminará el Outsourcing?

[ad_1]

La figura del Outsourcing es tan antigua como la industria misma, data de mediados del siglo pasado, siempre ha estado presente la necesidad de contratación de terceros o tercerización para el desempeño de ciertas actividades del proceso productivo o de la administración de las empresas.

De acuerdo a fuentes públicas, la subcontratación, externalización de la mercadotecnia o tercerización (del neologismo inglés: Outsourcing) es el proceso económico empresarial en el que una sociedad mercantil transfiere los recursos y las responsabilidades referentes al cumplimiento de ciertas tareas a una sociedad externa, empresa de gestión o subcontratista, que precisamente se dedica a la prestación de diferentes servicios especializados.

En México el outsourcing emplea a cerca de dos millones de personas y tiene un valor de seis mil millones de dólares, en más de dos mil empresas que dan este servicio.

De acuerdo con datos del INEGI, el promedio de personas contratadas por outsourcing a nivel nacional es el 16.6 por ciento, en donde Nuevo León se encuentra en número cuatro de la lista del ranking, con un 18.8 por ciento dentro de la participación total de personal contratado a través de esta modalidad.

Cabe destacar que Nuevo León, sólo es superado por Quintana Roo que tiene una participación del 33.1 dentro del total, y por Baja California Sur que con 22.8 por ciento ostenta el segundo lugar y por la Ciudad de México (CDMX) que tiene un 19 por ciento dentro del total.

Mientras que para la zona Noreste del país, además de Nuevo León, participan Coahuila, con un 17 por ciento, y Tamaulipas con 10.9 por ciento, respectivamente.

Esto significa que la modalidad de Outsourcing se encuentra presente prácticamente en todo el país.

En el sector laboral y en otros muchos ámbitos, ya se ha hablado mucho sobre la legalidad o ilegalidad de su utilización. Como se dice últimamente, refiriéndose a esta industria, hay colesterol bueno y colesterol malo.

En el mercado existen muchas empresas especializadas y expertos que hoy por hoy debaten sobre el futuro del Outsourcing, otras están a favor de que se revise su regulación, para que exista un marco legal que sea claro y transparente, de tal manera que desparezcan las malas prácticas y que se elimine la evasión fiscal.

La utilización de un esquema de subcontratación es legal, útil y hasta esencial para la subsistencia de diversas empresas, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos en la ley.

Es por eso que pensamos que la subcontratación no desaparecerá en el corto y mediano plazo, lo que se esperamos es que la autoridad la vigile e incluso acote con mayor fuerza para desincentivar el mal uso de ésta.

Las empresas que operamos conforme al marco legal nos fortaleceremos y gozaremos de mayores oportunidades de mercado. La llegada de una nueva regulación del outsourcing, bajo el contexto de la Reforma Laboral, no nos tomará por sorpresa ya que hemos realizado los deberes bien hechos.

Para aquellas organizaciones que tienen contemplado vincularse con algún prestador de este tipo de servicio, la recomendación sería que verificaran que se cumplan las condiciones que, para ello, establece la ley federal del trabajo y las leyes fiscales correspondientes.

El autor es Consultor de Ventas en Recursos Humanos de DCH KnowWho, firma que brinda servicios especializados en Recursos Humanos desde hace 30 años.

Opine usted: jmadin@dchkw.com.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

[ad_2]

Source link