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Los 90 días fatales se cumplen esta semana
Fuente: Cortesía
El Acuerdo T-MEC, entre Estados Unidos de América- EU-, México y Canadá es un acuerdo de libre comercio bajo nuevos términos, con un cambio radical, promesa de campaña de Trump. El nuevo texto ya está firmado por Trump, pero no ratificado, requiere de la aprobación de los legisladores de ese país, mientras tanto para manufactureros e inversionistas no existe seguridad.
Las tensiones entre los países se incrementaron en marzo, después de que Trump amenazó con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas a menos que la nación hiciera “más para detener el flujo de migrantes y “que haga lo suficiente para detener el flujo de droga” que EU necesita para su consumo. Bajo la presión de imponer tarifas extraordinarias de hasta 35 por ciento , se dio lugar a un rápido acuerdo firmado en Washington por el Canciller Mexicano bajo presión de la administración Trump, dando a México un plazo perentorio y fatal de 90 días o impondría aranceles de castigo; amenaza que aún pende de un hilo.
Así, que México, mediante el despliegue de la recién creada Guardia Nacional, ha reducido agresivamente a los migrantes que viajan a través de su territorio en su camino a los Estados Unidos. “Los resultados son contundentes: el número de migrantes detenidos a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos se redujo a 63,989 en agosto, desde 146,266 a fines de mayo”. Así que el ministro de Relaciones Exteriores de México anunció el viernes que el país había reducido el flujo de migrantes que se dirigían a su frontera norte en más del 50 por ciento en los últimos tres meses, declaración que es un esfuerzo destinado a evitar esta imposición operativa de los malsanos aranceles prometidos por Trump.
Este anuncio, del canciller Marcelo Ebrard, se produce antes de una reunión en Washington entre las dos naciones. Para evitar los aranceles y las amenazas de tácticas aún más severas, el gobierno de México envió a más de 20,000 oficiales de policía y personal de la Guardia para cubrir la frontera sur y las carreteras que corren hacia el norte a través de la nación utilizadas por los migrantes, hay que mostrar una caída significativa en las personas que buscaban ingresar a EU. Y aunque la decisión de acceder a las demandas de Trump por López Obrador, sorprendió a propios y extraños ya que este había prometido una política de “oportunidades, dignidad y derechos humanos para los migrantes”. Sin embargo, con una economía oscilando al borde de una recesión, los temores sobre el impacto adicional de los aranceles cambio lo declarado, y mantiene en espera las inversiones.
El canciller Ebrard también dijo entre sus comentarios que “solo se documentaron siete quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del país”, y describió eso como un éxito en la política migratoria -con dedicatoria a Trump-, dada la cantidad de tropas desplegadas y ante lo violento de los grupos que pretender llegar a EU. Aun así, los grupos de derechos humanos han denunciado “represión”, argumentando que no se cumple con la ley y se está criminalizando a las poblaciones vulnerables por el simple hecho de que huyen de su país buscando una vida mejor.
En particular, los críticos en favor de los Derechos Humanos han apuntado la decisión de permitir que EU envíe a los migrantes que buscan asilo a México para esperar su audiencia, que podría tardar años. Han surgido informes de secuestros y robos a través de la frontera, ya que los migrantes son enviados de regreso a estados inseguros como Tamaulipas y Chihuahua abandonados a su merced y en peligro de caer ante grupos criminales, mientras esperan esa fecha de audiencia.
Sin embargo, Trump seguramente pedirá más, tiene que cumplir sus promesas y es posible que presione al punto de que México acepte ser un “Tercer País Seguro” de derecho y no nada más de facto, lo que representara una carga más para México ante un panorama de recesión, de luchas internas con la policía federal, de escenarios de desabasto medico e inconformidades con agricultores, inseguridad general, tasas a la alta en homicidios, violencia inexplicable de género, salarios controlados y por todo lo anterior México no representa una buena opción para invertir, así lo vemos desde el extranjero, no inversión, al menos por el momento.
El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.
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