Lectura en el subterráneo: así se celebró el Día del Libro en distintos metros del mundo

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Los libros han estado en la vida de los seres humanos durante siglos. Desde los creados por la imprenta de Johannes Gutenberg hasta los compatibles con smartphones y tablets, los acompañantes de letras siguen cautivando y envolviendo a las personas en múltiples mundos alternos.

Para celebrar su existencia, en el Día de Libro -instaurado por la Unesco desde 1995- se realizan diferentes actividades en todo el planeta, no importa si el lugar de la celebración es bajo tierra.

Diversos sistemas de transporte subterráneo, mejor conocidos como Metro, se han sumado a la celebración del Día del Libro con acciones que van desde máquinas expendedoras de libros hasta la instalación de 'El Quijote' en las paredes de los vagones.

Aquí te dejamos tres de las celebraciones más curiosas por parte del Metro en el mundo.

Expendedor de lectura

El Metro de Santiago, en Chile, tiene máquinas expendedoras en sus estaciones que pueden ser utilizadas por todos los ciudadanos que cuenten con identificación oficial. ¿Qué tienen de especial? Que, en vez de dulces, contienen libros.

Funcionan de la siguiente manera: solamente pones tu credencial RUT (que equivale a la INE en México) en el escáner, eliges el título de tu elección y el libro desciende por la máquina en perfectas condiciones.

Al recibirlo, también se te entrega un ticket en el que se indica la fecha en que deberás devolver el libro.

Si te encuentras en Santiago, puedes encontrar estas expendedoras de libros en las siguientes estaciones del Metro: Cerrillos, Ñuñoa e Inés de Suárez, todas de la línea 6.

'El Quijote'

'Don Quijote de la Mancha' es la obra máxima de Miguel de Cervantes Saavedra y una de las más importantes de la literatura iberoamericana y universal.

Desde su publicación en 1605, siguen saliendo ediciones de este libro. Es tanto su peso que en España hicieron una edición de 'El Quijote' que sale de lo ordinario.

En el Metro de Madrid y en el marco del Día de Libro, las paredes de la estación Plaza de España se cubrieron desde el lunes con la obra de Cervantes Saavedra.

Y no fue solo un fragmento, sino la obra completa, que incluye dos tomos.

Así fue su instalación.

Asiento con libro

Una de las partes más complicadas de todo viaje en el Metro es tomar el primer tren. Las personas siguen fatigadas y apenas comienzan su jornada que puede extenderse durante horas.

El Metro de Medellín, en Colombia, dispuso de libros en los asientos de cada asistente del tren con el objetivo de difundir el placer por la lectura.

“Desde antes de empezar a prestar servicio ubicamos libros en los trenes para sorprender a nuestros usuarios que hoy hicieron un doble viaje: en el #SistemaMetro y en el maravilloso mundo de la lectura”, escribió en Twitter el Metro de Medellín.

Un usuario de la red social criticó esta iniciativa con un mensaje plagado de errores ortográficos. Ante esto, el Metro de Medellín contestó lo siguiente: “¿Te guardamos un libro? Leer más nos ayuda a escribir mejor”.

¿Y México?

La última iniciativa del Metro de la Ciudad de México para acercar a la población a los libros fue el programa 'Lectura Metro'.

Inició en marzo de 2017 e incluía libros en estantes abiertos de la Línea 3 (de Indios Verdes a Universidad). Cada usuario podía agarrar el libro que quisiera y devolverlo antes de cambiar de línea o de salir del Metro.

El programa comenzó con 25 mil ejemplares y apenas dos meses después se expandió a 300 mil.

En la actualidad, los estantes todavía continúan en las estaciones de la Línea 3, pero la mayoría se encuentra sin libros.

Este programa tiene su origen en las jornadas llamadas 'Para leer de boleto en el Metro', las cuales tenían el mismo concepto: tomar un libro y devolverlo antes de cambiar de línea o salir.

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