Irse a dormir tranquilo

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Les comparto una anécdota con unos estudiantes extranjeros. En una clase que daba en la EGADE acostumbraba llevar a los alumnos al ExDF. Los jueves y viernes estaban dedicados a entidades financieras: Banco de México, CNBV, Bolsa Mexicana de Valores, INFOSEL, etc. Además, el sábado por la mañana había visitas culturales siguiendo la ruta del Turibus.

Después de haber visitado el Zócalo, la Catedral, Palacio Nacional, subir al Monumento a la Revolución y entrar a la Columna de la Independencia, el recorrido nos llevaba a la zona de Polanco. En el Starbucks de Mazaryk, quizá la calle (y café) más snob de México, un alumno suizo hizo una pregunta devastadora: “No entiendo a los mexicanos, ¿Cómo son capaces de irse a dormir tranquilos sabiendo que algunos de sus compatriotas se pasan días sin comer?”

Cuando se necesita, claro que nos hacemos presentes para ayudar: recordemos los temblores del ‘85 y del ‘17. También todos somos uno mismo a la hora de que juega la selección (hasta que pierde).

Quienes sí han tenido cierta mejora en la reducción de pobreza, ha sido Coahuila con -22 por ciento y Nuevo León con -20 por ciento, situándonos en los primeros dos lugares nacionales. En términos absolutos Jalisco (-319,000 personas) y Michoacán (-249,000 personas) nos ganaron: Nuevo León redujo la pobreza en un poco más de 200,000 personas. En cuanto a reducción de la pobreza extrema, Nuevo León fue el doceavo lugar en términos absolutos (-93,500 personas) pero primer lugar en términos relativos: 79 por ciento menos. Demasiados todavía: no debería haber nadie en pobreza extrema.

No le demos vueltas: La única manera de acabar con la pobreza es la creación de empleo. Eso requiere inversión y para que haya inversión se requiere certeza jurídica, seguridad y otros factores, pero, en palabras de Carlos Salazar Lomelí: “En México invertir es casi heroico”.

Además, se va a contracorriente porque lo que buscan es mantener la pobreza, ¿cómo olvidar las palabras de la líder de Morena? “Cuando sacas a la gente de la pobreza y llegan a clase media, se le les olvida de dónde vienen, porque la gente piensa como vive. Entonces cuando llegan a clase media se les olvida de dónde vienen y quién los sacó (de la pobreza)”.

Se atreven a decir eso porque la pobreza no alcanza a todos. Para el 2020, a los partidos políticos les tocarán casi cinco mil 240 millones de pesos. ¿Cuál pobreza? Pobres de los pobres que no estén del lado de los que quieren mantener la pobreza porque seguirán siendo pobres…y engañados.

Dicen buscar reducir a la mitad las prerrogativas de los partidos polítics. Habrá dos o tres declaraciones, luego saldrán con alguna frivolidad como penalizar el uso de los términos Lady o Lord para quienes cometen tropelías y asunto olvidado. Se piensan necesarios, pero solo lo son para los vividores “que defienden los derechos políticos de los marginados” (además de inútiles, cursis y ridículos).

Un tweet de José Antonio Meade dice que “… en México todos debemos participar en abatir la pobreza extrema…” De acuerdo. Basta de frivolidades y de atenernos a lo que haga o deje de hacer el gobierno. Como sociedad -como si estuviéramos ayudando después de la devastación de un temblor de pobreza o un tsunami de marginación- todos debemos entrarle al quite para que todos los mexicanos podamos ir a dormir tranquilos.

El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Empresas, en el IPADE. Se desempeñó como Director General de entidades del área Internacional en Santander Serfin.

Opine usted: morenotrip@gmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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