Gobierno dice: ‘Bye’, al ingreso petrolero; ‘Bienvenido’ el cobro de impuestos

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En la vida, sólo existen dos cosas seguras. Una de ellas es que un día vamos a morir y la otra es que siempre pagaremos impuestos.

Sabía Usted que en el 2012 la participación de ingresos generados para nuestro país en un 39.4 por ciento provenía del sector petrolero, mientras que otra parte muy similar, esto es un 37.4 por ciento, llegaba de otro fragmento, entiéndase o llamémosle Cobro de Impuestos, para dejar el 23.2 por ciento resto a otras actividades generadas en nuestra economía.

Sin embargo, seis años después esta repartición cambió dramáticamente. De tal forma que los ingresos petroleros se desplomaron a menos de la mitad, es decir, a una participación de únicamente el 18.8 por ciento, pero los ingresos tributarios, por concepto de cobro de impuestos, se dispararon hasta el 61 por ciento, con un nivel de 18.7 por ciento para el resto de las actividades de otros sectores.

Toda esta información es pública, y la difunde la Asociación Mexicana de Proveedores de Certificación (Amexipac), que preside el empresario Salvador Gómez Sánchez, de la empresa Buzón E.

Tan sólo para que Usted tenga una idea sobre la emisión de las facturas electrónicas, la Amexipac muestra los siguientes datos para nuestro país, hasta el mes de abril de este año:

1. Un total de 19 millones son emitidas cada día

2. Al mes se generan 577 millones

3. Y al año 6 mil 928 millones

4. Y se destaca que el 96 por ciento de todas las facturas timbradas son procesadas por los Proveedores Autorizados de Certificación, conocidos como PAC´s

De esta forma, queda claro que para el Gobierno federal que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador no hay de otra: Ser eficiente en el cobro de impuestos ya que representan prácticamente cerca de dos terceras partes la fuente de sus ingresos, quedando claro que en este momento del petróleo cada vez recibe menos.

Por ello, en este espacio, le he venido comentando sobre algunas amenazas o desafíos que existen para la industria de la facturación electrónica, hoy por hoy, la única herramienta ejecutoria que dispone la autoridad, en este caso, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que en nuestro país dirige la regiomontana Margarita Ríos-Farjat, por encomienda del Presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el 5 de diciembre de 2018.

Pera hay que destacar que en este contexto, falta un actor sumamente importante: Usted y yo, quienes somos los ciudadanos comprometidos que pagamos impuestos, a veces porque no tenemos de otra pero sobre todo porque representan la principal fuente de recursos para sustentar la operación de nuestro Gobierno, como sujeto público, y aquí cabe enfatizar, que lo público, se refiere a que es de todos.

Tan solo piense que desde Nuevo León se generan las principales contribuciones al PIB nacional, en donde nuestra entidad aporta casi el ocho por ciento de las participaciones federales, todavía sin considerar la zona Noreste en donde están Coahuila y Tamaulipas.

Y aquí debe quedar claro que en todas estas transacciones, existe una factura electrónica que respalda las operaciones que se llevan a cabo entre los participantes de todas las cadena de valor que operan en los diferentes sectores como son servicios, manufactura y agropecuario.

México implementó la factura electrónica de forma obligatoria y generalizada a todo su padrón en un proceso escalonado desde 2011 y hasta 2014 con la obligación del CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet), gracias al apoyo de las empresas PAC.

Entre 2012 y 2018, el padrón de contribuyentes se incrementó en más de 30 millones de contribuyentes (44 por ciento del padrón actual), según Amexipac.

En las últimas dos décadas la economía mexicana creció 75 por ciento, mientras la recaudación de impuestos aumento 172 por ciento, es decir, creció más del doble que la actividad económica.

Actualmente, se destaca que el 95 por ciento de la recaudación proviene del cumplimiento voluntario de los contribuyentes.

Por todo lo anterior, debe quedar claro que es la autoridad, en este caso el SAT, a cargo de Ríos-Farjat, quien está obligada a fortalecer el marco regulatorio que nos ayude a darle sustentabilidad para que esta valiosa industria de la factura electrónica prevalezca en el futuro.

Esperamos que como autoridad ponga atención en esta necesidad regulatoria.

Nos leemos hasta la próxima ESFERA COMUNITARIA.

El autor es economista de la UANL con Maestría de Análisis Político y Medios de Información por la Escuela de Graduados y Administración Pública (EGAP) del Tecnológico de Monterrey. También es Editor en Jefe de El Financiero MTY.

Opine usted: erivera@elfinanciero.com.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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