Los usuarios desconfían del reconocimiento facial cuando proviene de un anunciante

El problema surge cuando los usuarios empiezan a preguntarse de dónde viene y para qué fines se usa esa tecnología. Todo comenzó por los gobiernos y los servicios policiales. Ahora, el reconocimiento facial se ha expandido a muchos ámbitos de la vida, incluso de la cotidiana.

El reconocimiento facial ha llegado para quedarse. Parece que las películas de ciencia ficción narradas desde el futuro, donde una cámara o artilugio reconocía la cara de los protagonistas para diversos fines, ya es una realidad instaurada.

El problema surge cuando los usuarios empiezan a preguntarse de dónde viene y para qué fines se usa esa tecnología. Todo comenzó por los gobiernos y los servicios policiales monitoreando a los ciudadanos. Ahora, con el desarrollo de la tecnología , el reconocimiento facial se ha expandido a muchos ámbitos de la vida, incluso de la cotidiana.

Una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew revela que la mayoría de los estadounidenses (56%) confía en los servicios policiales para usar estas tecnologías de manera responsable. Una proporción similar del público (59%) dice que es aceptable que la policía use herramientas de reconocimiento facial para evaluar las amenazas de seguridad en los espacios públicos.

Sin embargo, una pequeña parte de la población estadounidense confía en las empresas de tecnología (36%) o en los anunciantes (18%) para usar el reconocimiento facial de manera responsable. Cabe destacar que existen una variación demográfica ligada a la confianza de las diferentes entidades.

Por ejemplo, los adultos negros, las personas más jóvenes y aquellos que se identifican como demócratas cuentan con niveles relativamente bajos de confianza en los servicios policiales para utilizar el reconocimiento facial de manera responsable.

También una pequeña parte de la población considerarían aceptable que estas herramientas se utilicen para fines tales como rastrear quién entra o sale de los edificios de apartamentos (36%), supervisa la asistencia de los empleados en un lugar de negocios (30%) o cómo las personas responden a exhibiciones publicitarias públicas en tiempo real (15%).

Respecto al conocimiento que posee el público estadounidense acerca de esta tecnología de reconocimiento facial, los datos están claros: La mayoría de los estadounidenses, el 86% en total, ha escuchado al menos algo sobre la tecnología de reconocimiento facial, y el 25% dice haber escuchado mucho sobre estos sistemas. Solo el 13% del público no ha escuchado nada sobre el reconocimiento facial.

En cuanto a las circustancias en las que es más aceptable el uso de la tecnología de reconocimiento facial, el 59% de los adultos estadounidenses creen que es aceptable que los servicios policiales la usen para evaluar posibles amenazas de seguridad en espacios públicos, mientras que solo el 15% considera que esto es inaceptable.

En comparación, una mayor proporción de estadounidenses considera inaceptable que las empresas usen estas tecnologías para rastrear automáticamente la asistencia de sus empleados (30% aceptable, 41% no aceptable), o que los anunciantes usen estas herramientas para ver cómo las personas responder a exhibiciones publicitarias públicas (15% aceptable, 54% inaceptable).

A pesar de algunos ejemplos bien publicitados en los que las tecnologías de reconocimiento facial han identificado erróneamente a personas individuales o han luchado por reconocer ciertos tipos de rostros , la mayoría de los estadounidenses consideran que estas herramientas son relativamente efectivas.

Aproximadamente las tres cuartas partes de los adultos estadounidenses (73%) piensan que las tecnologías de reconocimiento facial son al menos algo efectivas para identificar con precisión a personas individuales. Mayorías más pequeñas piensan que estas herramientas son efectivas para evaluar con precisión el género de una persona (63%) o raza (61%).

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