La lucha a cara de perro de agencias y anunciantes por el talento

El talento, tan necesario para prosperar en clave empresarial, es el codiciado objeto de deseo tanto de agencias como de anunciantes.
La lucha por el codiciado talento es más intensa y rabiosa que nunca. Las agencias en particular están lastradas por la presión que ejercen las cada vez más todopoderosas empresas de tecnología por llevarse a su propio terreno el talento que otrora suspiraba por florecer en el ramo publicitario. Y por si fuera poco cada vez más anunciantes están creando unidades de publicidad in-house que nutren con talento que procede en no pocas ocasiones de las agencias.
Sobre la pugna cada vez más cruenta por el talento entre agencias y anunciantes se ha debatido precisamente hoy en una mesa redonda celebrada en el marco de DMEXCO en la que han participado Petra Kruse (Pilot), Rotraud Diwan (Hi! Employer Strategies), Nico Winkelhaus (Payback) y Felix Jahn (Puma).
Desde el punto de vista de Kruse, de la agencia Pilot, su gremio tiene un problema más que evidente de visibilidad entre aquellos a los que aspira a reclutar por ser dueños de un talento más refulgente. “En las universidades no nos conoce casi nadie. Y pocos estudiantes saben realmente lo que hace una agencia de medios”, subraya. Para mejorar su visibilidad en la universidad, la que es al fin y al cabo uno de los principales semilleros de talento, las agencias deben cooperar de manera más estrecha con las entidades educativas y también entablar un diálogo de tú a tú (y personalizado en la medida de los posible) con el talento que aspiran a reclutar.
Talento, el codiciado objeto de deseo de agencias y anunciantes
De acuerdo con Jahn de Puma, tanto anunciantes como agencias deben tomarse la molestia de responder a preguntas muy concretas para robustecer su imagen corporativa y atraer así más talento: “¿Qué haces?” y “¿Quién eres?”.
Es importante asimismo que las empresas hagan todo lo posible y lo imposible para erradicar de sus dominios factores que puedan ahuyentar potencialmente al talento (las diferencias salariales de naturaleza injusta, por ejemplo). “Si esos factores dañinos no son convenientemente extirpados, las cestas de fruta fresca no ayudarán por muy ‘cool’ que resulten a bote pronto a retener al mejor talento”, enfatiza Jahn.
De un parecer similar es Diwan, de Hi! Employer Strategies. “Las cestas de fruta fresca no salvarán lamentablemente a las agencias”, sostiene. Para atraer y retener talento las empresas deben ingeniárselas para que la gente tenga ganas de acudir cada día al trabajo y de invertir ocho horas de su vida con sus colegas.
Sí son, no obstante, vitales para atraer y retener al mejor talento factores como la flexibilidad horaria y el teletrabajo. Que luego el empleado decida o no beneficiarse de estas ventajas es indiferente, sostiene Diwan. Lo importante es que la presencia de estas ventajas en la cultura corporativa de las empresas aumenta notablemente la sensación de bienestar entre los trabajadores, en particular de los adscritos a la Generación del Milenio.

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