El 57% de los consumidores elegiría marcas sostenibles aunque sean más caras

Un 61% de los usuarios encuestados por GlobalWebIndex expresa que -seguramente- cambiarían de marca si descubren que no es ecológica.

La mentalidad de los consumidores ha cambiado. Es un hecho que cada vez son más aquellos que tienen interiorizado el respeto al entorno. Les preocupa la sosteniblidad, el cuidado al medio ambiente y, en base a ello, toman sus decisiones diarias. También con las marcas.

El consumo en general no iba a estar exento de esta evolución. Los datos de la última investigación de GlobalWebIndex lo reflejan: más de la mitad de los consumidores (57%) elegirían una marca sostenible pese a que esta sea más cara. De hecho, un 61% expresa que -seguramente- cambiarían de marca si descubren que no es ecológica.

La antorcha la porta la generación Z, seguida del resto de consumidores: “Están eligiendo marcas y digiriendo su lealtad en base a la ecología del embalaje y material del producto. Esto significa que las marcas operan bajo una inmensa presión no solo para adaptar sus materiales, sino también para educar a sus consumidores”, explica Virna Sekuj, gerente de información estratégica de GlobalWebIndex.

Hay que tener en cuenta que los consumidores quieren estar informados de todos los aspectos del producto: desde la producción hasta la entrega. Cada vez son más conscientes de los problemas medioambientales y se cuestionan todo aquello que tenga que ver con la sosteniblidad de una marca.

En cuanto a las preocupaciones, el estudio establece que al 72% de los encuestados les importa que la marca sea asequible pero también que sea de confianza (52%). Al 42% les preocupa que los materiales sean reciclados y a esto se le suma un 41% que le da importancia a que los productos sean libres de crueldad animal.

“Con consumidores cada vez más sociales que recurren a plataformas digitales para obtener orientación sobre en quién confiar y qué comprar, las marcas también deben hacer un esfuerzo consciente para difundir sus compromisos y reforzar la responsabilidad para ellos y sus industrias”, señala Sekuj.

Esto quiere decir que la sosteniblidad no es una palabra que se haya puesto de moda sino un pensamiento ya interiorizado entre los consumidores que se preocupan y esperan cada vez más de las compañías en las que confían. Es todavía un largo camino que recorrer y son muchas las decisiones que tienen que tomar las compañías para alcanzar la tan ansiada sosteniblidad y ser así honestos con sus consumidores. Se ha convertido en toda una necesidad.

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