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8 “superpoderes” de los marketeros ávidos de conquistar el éxito
MarketingEstos son los atributos que atesoran los marketeros con el éxito a su vera
Para que el éxito sonría a las marcas éstas harían bien en rodearse de marketeros provistos de los 8 atributos que diseccionamos a continuación. Los marketeros están hechos de una pasta muy especial. Quienes tienen a bien desenvolverse en la arena del marketing deben amalgamar habilidades muy específicas (y lamentablemente a expensas de continuos cambios), experiencia, algo de ciencia y una pizca de suerte.
Para que el éxito sonría a las marcas éstas harían bien en rodearse de marketeros provistos de los 8 atributos en que enumera a continuación Bernhard Schroeder en un artículo para Forbes:
1. Alto grado de curiosidad
La curiosidad es un poderoso carburante capaz de dar fuelle a la carrera profesional de los marketeros (y quizás también a su vida personal).
Un marketero debe desplegar elevadas dosis de curiosidad por aquello que está aconteciendo y también por aquello que podría pasar en el futuro. ¿El objetivo? Dar cuenta de su pensamiento altamente estratégico en todas las decisiones que tiene a bien tomar.
Cada vez que un profesional del marketing se topa de bruces con algo nuevo en la arena del marketing, debe investigar y experimentar con las nuevas tendencias que salen a su paso para sondear su potencial impacto en el futuro. Al fin y al cabo, las marcas pagan a los marketeros para predecir resultados futuros.
2. Solventar problemas de manera creativa
Los problemas forman parte del día a día de los marketeros. Y para procurar solución a tales problemas los profesionales del marketing deben hacer gala de su creatividad y utilizar herramientas de resolución de problemas como Blue Ocean Strategy, MindMap o SCAMPER, propugnar las sesiones de «brainstorming» y apoyarse en un equipo de personas lo más diversas posible.
3. Saber «leer» a las personas
Lo de saber «leer» a las personas no hace sino apelar al instinto de los marketeros, pero es en realidad mucho más. Es una técnica extraordinariamente refinada a la que todos damos forma desde niños.
Cuando conocemos por primera vez a una persona, emerge en nuestras entrañas un sentimiento que no podemos explicar de manera racional. Esa persona nos gusta o nos disgusta de manera casi instantánea y, una vez hemos tenido ocasión de conocer en profundidad a esa persona, constatamos que nuestra primera impresión fue efectivamente buena.
Ser bueno «leyendo» a las personas es también saber cuándo están particularmente atribuladas o cuándo están diciendo la verdad.
4. Comprender tendencias emergentes
Los marketeros son personas inquisitivas por naturaleza que se nutren permanentemente de nuevos conocimientos y se empapan como una esponja de nuevas tendencias con el último objetivo de adelantarse a lo que se cuece en el mercado y satisfacer adecuadamente las necesidades del consumidor.
5. Ser tan determinado como abierto de mente y adaptable
Rayanos a menudo en la arrogancia pura y dura, los marketeros son a veces extraordinariamente determinados (gracias a la confianza en sí mismos que corre por sus venas).
Sin embargo, la confianza en sí mismos que rebosan los marketeros no les impide escuchar a quienes están a su alrededor y adaptar los planes que tienen inicialmente en mente.
Teniendo en cuenta que el marketing está a merced de múltiples imprevistos, es importante que los marketeros sean abiertos de miras y estén preparados para procurar solución a los problemas que salen a su paso de manera tan creativa como eficiente.
6. Tener iniciativa y asumir riesgos
Es imposible triunfar en la arena del marketing sin asumir riesgos. No hablamos, no obstante, de asumir riesgos absolutamente salvajes y descabellados sino de riegos convenientemente calculados.
Un buen marketero se toma la molestia de evaluar el nivel del riesgo de la acción que tiene entre manos examinando cuidadosamente los hechos. ¿Cómo? Confeccionando, por ejemplo, una lista de pros y de contras y de riesgos potenciales y de beneficios. Y también comenzando con la asunción de pequeños riesgos y compilando aprendizajes en base a tales riesgos.
7. Comprende como funciona el producto o el servicio de la marca para la que presta sus servicios
Un marketero mediocre se limita a implementar tácticas de marketing superficiales sin tomarse la molestia de entender el producto y el servicio de la marca que le tiene en nómina.
Los buenos marketeros se zambullen de lleno en los productos y los servicios para poder comprenderlos desde el punto de vista del cliente y comunicar así con claridad los beneficios a ellos solapados y diferenciarse con claridad absolutamente prístina con respecto a la competencia.
7. No perder de vista las ventas
Un buen marketero sabe que cada dólar invertido en marketing tiene que ser evaluado en base al ROI puesto sobre la mesa. Aunque la creatividad juega un importantísimo rol en el día a día de los marketeros, su trabajo está también estrechamente emparentado con el negocio puro y puro. Y de nada sirve que salpiquen su discurso con abstrusos y rimbombantes «palabros» si las acciones que implementan no se traducen a la hora de la verdad en ventas.
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